
Y ello conlleva que de una vez
por todas se conecten a través de su corazón con la Conciencia de Gaia, de la
Madre Tierra.
No es posible amar a un ser
querido al mismo tiempo que se le daña. Son infinitos los actos diarios que los
seres humanos realizan en deterioro de la Tierra. No es posible vivir en armonía,
en plenitud al tiempo que se daña el lugar en el que se mora.
Y no es posible porque viven en
un tiempo en el que la total coherencia es imprescindible. Sus almas ya no
soportan por más tiempo una existencia de incoherencias, de mentiras: no es
posible que su corazón ame al reino animal, y su mente-consciente les lleve a
cometer pequeños actos que llevan impreso el sufrimiento de sus hermanos. No es
coherente que ensucien las aguas en las que se bañan, los alimentos que
ingieren, el aire que respiran…
No miren más hacia el otro lado,
sean fuertes y valientes, tanto como lo fueron cuando decidieron venir una vez
más a la Tierra. Sean guerreros y luchen por cambiar el mundo, porque el reino
de la coherencia y del amor quede instaurado en la Tierra de una vez por todas.
No esperen grandes acontecimientos que favorezcan los cambios, éstos han de
darse en pequeños gestos cotidianos, infórmense, lean, busquen, pues el
consumismo alocado en el que la sociedad está inmerso, es el motor que araña
sin descanso a la vida sobre la Tierra.
No cierren los ojos, cambien sus actitudes.
Cambien y entren en coherencia en
todos los aspectos de su vida. Si comprendieran que cada acto, cada gesto, cada
pensamiento y palabra, tiene una consecuencia… y no en la manifestación física.
Es en el plano etérico donde se desencadena un torrente de energía con cada uno
de sus pensamientos, y estos viajan rápidamente buscando frecuencias similares
a las que se unen. Y juntas regresan a su campo de energía. Por ello, cuiden lo
que piensan, cuiden lo que dicen… y no se contaminen más. Asegúrense de que es
su corazón en una vibración de amor el que genera pensamientos, palabras y
obras. Sean seres alineados en una única conciencia de amor y se convertirán en
los seres coherentes que la Tierra necesita con urgencia.
Ábranse a lo nuevo, a aquello que a pesar de
los dictados de su mente, acaricia su corazón. Ábranse a otras realidades que
ansían mostrarse ante sus ojos y háganlo centrándose en su corazón. No duden
más, ni por un instante, de que existen en planos superiores infinitud de seres
que vibran en el Amor, que realizan de manera constante un arduo trabajo de
sostén para que las frecuencias del amor incondicional sean ancladas a la
Tierra de manera definitiva.
Ábranse y conecten con la
Conciencia Elemental. Ábranse a esos maravillosos seres luminosos que crean, cuidan,
mantienen y reparan la vida en su hermoso planeta. Dejen de vivir en la Tierra
como si fueran extraños, extranjeros en su propio hogar y conéctense con las fuerzas
vivas que habitan igual que ustedes aquí. Y háganlo en coherencia, abriéndose a
la conciencia amorosa de Gaia y la Conciencia amorosa Elemental.
Honren cada día a los seres que
cuidan las aguas, que las purifican, que las dejan caer del cielo; hermosos
Devas, ángeles y guardianes de Gaia que observan el deterioro de la superficie
terrestre sin juzgar a quien lo causa. Ábranse a los elementales
del agua, que veloces restauran la energía de los ríos y océanos para que
vuelvan a ser puras, para que puedan seguir alimentado a la Tierra y a los
reinos que la habitan.
Honren a los bellos Devas y
elementales del fuego que templan la Tierra como útero amoroso dador de vida.
Honren a los Devas y elementales
de la Tierra, con sus alfombras multicolores de flores, con sus templos de
árboles ancianos y sabios guardando memorias, con sus montañas y valles… seres
luminosos que engalanan a Gaia una y otra vez sin descanso, en un puro
sentimiento de amor.
Conecten amados, conecten con su
hogar como nunca lo hicieron antes. Agradezcan a los seres luminosos entregados
a su cuidado, pidan perdón cuando sean conscientes de causar daño… y hónrenles
cada día, cuando se bañen, cuando beban agua pura, cuando la lluvia limpie su
casa, cuando se arropen y el calor les calme, cuando llenen sus pulmones de
aire limpio y cuando una nueva flor se abra a la vida en su jardín.
Amados, el tiempo de la
coherencia y del amor ha llegado. Y ustedes han de ser los arquitectos de la
gran obra sobre la Tierra. No decaigan, son grandes y hermosos en su auténtica
identidad, sacúdanse el polvo y muestren su verdadero rostro al mundo, muestren
de qué son capaces cuando la luz de su alma ilumina la faz de la Tierra.
Canalizado por Montse Carracedo desde los Registros Akáshicos
Hermoso mensaje! Gracias!!
ResponderEliminarNamasté _/\_
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